En la riojana Sierra de San
Lorenzo (perteneciente a la Sierra de la Demanda) a 1.026 metros de altitud se
encuentra este monasterio, donde una comunidad de monjes benedictinos custodian
a Nuestra Señora de Valvanera, Patrona de La Rioja.
Sobre el origen del nombre de
Valvanera hay tres versiones diferentes, todas provienen del latín: Vallis
Venaria o Valle de las Venas de agua por los muchos cursos de agua que hay en
la zona, Valle de Venus por su abundante caza, Vallis Venie o Valle de la Venia
(o perdón). Sí es cierto, que en 1016 Don Sancho El Mayor de Navarra al
convenir las fronteras con su suegro, el Conde de Castilla, pone en el
documento Vallis Venaria para referirse a esta zona.
El conjunto de edificios que
compone el monasterio ha sido reconstruido varias veces a través de los tiempos.
La primera edificación fue en tiempos de Leovigildo, siglo X, de estilo
visigótico. Después fue pre-románico. Más tarde el Obispo de Calahorra alzó una
iglesia románica en honor de Don Rodrigo, en el año 1183. Hoy en día las dos
construcciones más antiguas son la iglesia, de una sola nave, de estilo gótico
tardío (s. XV) y la Torre románica. La última reforma que se hizo fue entre
1949-50 donde además de la reforma se inauguró la Hospedería.
Hay una leyenda que dice que
la imagen fue tallada por San Lucas y traída a España en el año 71d.c. pero la
realidad data a esta talla románica entre el siglo X o XII. Como curiosidades,
el Niño que sostiene la Virgen tiene los pies hacia la izquierda pero el resto
del cuerpo está girado a la derecha y es una de las imágenes marianas más
antiguas de España.
En la biblioteca del
monasterio entre otras muchas obras, se encuentra los “Comentarios a la regla
de San Benito” del siglo X.
En 1072 Sancho el de Peñalén otorgó
al monasterio importantes donaciones y Alfonso VI veinte años más tarde le
cedió al monasterio de pastos en multitud de villas colindantes. Por otro lado,
la importancia de su cabaña de ovejas fue creciendo, siendo a principios del
siglo XVIII de más de 12.000 cabezas. Cuando el negocio de la lana fue perdiendo
importancia, la cabaña se fue reduciendo hasta las casi 4.000 que había cuando
llegó la desamortización de Mendizábal.
En 1413 un incendio destruyó
seriamente el monasterio y con la invasión francesa de principios del siglo
XIX, los soldados franceses además de expoliar el monasterio, lo quemaron. Era
el año 1809.
La Hospedería posee 28
habitaciones con baño propio y calefacción y un restaurante abierto tanto para
los huéspedes como para la gente de paso.
Los monjes Benedictinos, aprovechando
la rica flora del entorno, elaboran un licor de hierbas y una miel aromatizada, ambos muy logrados.
Como curiosidad, si una mujer fue bautizada con el nombre de "Valvanera" cuando visite el monasterio podrá firmar en un libro donde llevan firmando las bautizadas con tal nombre desde el siglo XVII.
Un lugar donde se respira quietud
y paz, con una naturaleza preciosa formada por frondosos bosques de encinas, robles,
hayas, fuentes, arroyos y el sonido del Río Valvanera, que entrega su cauce al
Río Najerilla, afluente del Río Ebro. Un lugar propicio para el retiro
espiritual, para combatir el estrés o para disfrutar un rato de tanta
tranquilidad.