Ese tándem que transmite cariño por los fogones, ternura por el producto, respeto por sus clientes, amor por el trabajo bien hecho y por la mediocridad… desinterés, Esther & José María/José María & Esther echan el cierre de su pequeño templo gastronómico en la coruñesa calle San José para mudarse a Palma de Mallorca, concretamente a la Colonia de Sant Pere en Artá.
Allá se van con su arte, su sabiduría y su buena música, afortunados los isleños de tenerlos entre ellos y aunque su llegada sea en silencio, de puntillas, pronto se darán cuenta que algo nuevo y "mucho bueno" tendrán para disfrutar.
Al final de su estela queda la Torre de Hércules triste y cabizbaja porque nada será igual sin su presencia y la Plaza de España, afligida, porque ya no le llegará ese aroma de pan artesano recién hecho, fragancias de fondos a fuego tan lento que casi son dormidos, de las palabras de José María con su inteligente ironía, que por estas tierras retranca se denomina.
Estaréis más lejos, un mar entre nosotros no nos lo hará más sencillo, pero juramos que, cuando en vuestra nueva casa levantéis el telón para que comience el espectáculo, en primera fila estaremos con la admiración y el cariño que siempre os profesamos.
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