jueves, 26 de enero de 2012
Fondillón Gran Rva 1987 de S. Poveda, "El Momento"
Subimos un vino dulce que se elabora exclusivamente en la provincia de Alicante, con uva monastrell: el Fondillón. Este tipo de vino aunque hoy en día no es muy conocido fuera de su región, tiene una preciosa historia de 500 años.
Su fama de excelente vino (era llamado “Alicante”) ya era conocida en el Renacimiento, fue un vino que acompañó la expedición de Magallanes en su vuelta al mundo, el reconstituyente que los galenos recomendaron al Rey Luis XIV de Francia en la última etapa de su vida o cuando Felipe II agasajó a un séquito de la realeza nipona, los invitados reconocieron su sabor pues los navegantes españoles lo hicieron famoso al llevarlo en sus expediciones por Asia.
Su prestigio, hasta finales del siglo XIX, era mundial como así lo demuestran las referencias que de él escribieron Alejandro Dumas, William Shakespeare, Emilio Salgari o Dostovevski. La plaga de filoxera de finales del siglo XIX y el crecimiento urbanístico en la costa alicantina de la segunda mitad del siglo XX hicieron estragos en la elaboración de este vino.
Tal reconocida reputación también se reflejaba en su precio. Con datos de una famosa empresa de comercialización de vinos de principios del siglo XIX, Maisonnave & Co., el vino más caro de su tarifa era el Fondillon/Alicante a 800 francos el hectolitro, el más caro de los Madeira costaba 272 francos, el Sherry/Jerez 204 y el Oporto 153 francos.
Este fondillón Gran Reserva está elaborado por la Bodegas Salvador Poveda, una bodega de la pequeña villa de Monóvar que fue fundada en 1919 y que en 1976 recupera el fondillón pues estaba casi desaparecido del mercado. De hecho, ya solo se da el fondillón en la comarca de Vinalopó Medio, en el interior de la provincia cuando originariamente era un vino producido en la huerta alicantina, cercana a la costa.
El azúcar que posee es absolutamente natural, su origen proviene de la sobremaduración que tiene la uva antes de recolectarla. Después se “asolea” pasificando la uva por un tiempo mínimo de 15 días. En la fermentación, se deja el hollejo con el vino por espacio de casi un mes. El siguiente paso es introducir el vino en barricas viejas, con mínimo 10 años, de roble de 1.500 litros realizados en Monóvar y dejarlo reposar. Solamente si el vino tiene una excepcional calidad se envejece solo por, al menos, diez años. Si no, se agrega a las soleras existentes donde el fondillón reposa.
El nombre de Fondillón tiene su origen en la palabra “fondo” y se refiere al fondo de la cuba antes de rellenarlo con vino de la nueva añada, es decir, al sistema de escalas de soleras que tradicionalmente se utiliza para el envejecimiento del vino.
CATA
Botella de vidrio oscuro, vestida con etiqueta muy clásica. Volumen Alcohólico 17,5%
Visual: Precioso color pardo cobrizo con reflejos ambarinos, de capa alta. Limpio y con lágrimas que se aferran al cristal.
Nariz: Entrada suave, elegante y plena de matices. Notas a fruta oscura seca (dátiles, pasas), torrefactos, frutales (higo), cítricas (naranja), frutos secos garrapiñados y melosas (reducción de PX)
Boca: Ataque sedoso, aterciopelado siendo dulce no es para nada empalagoso. Cuerpo con buena densidad, estructura y acidez. Las notas que sobresalen son las compotadas, de una forma sutilmente golosas, tostadas, notas ajerezadas, a frutos secos y curiosamente amargosas que se perciben en su final. Su recorrido es como un plácido sueño, del cual no quieres despertar.
Original, adictivo, sorprendente y muy limitado en unidades. Un vino para disfrutarlo, bien antes de comer o en los postres. No hace falta acompañarlo porque él solo crea “el momento”. Sobre 22€, muy buena RCP.
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