Subimos un champagne diferente de lo habitual, porque su actual propietario y creador es un atípico viticultor. La maison Jacques Selosse se construyó poco después de acabar la II Guerra Mundial siendo Jacques Selosse su fundador. En 1974 su hijo Anselme empieza a ayudarle con las ideas obtenidas en Borgoña y en 1980 toma las riendas de la maison con la ayuda de su mujer Corinne. Anselme no estudió enología en Champagne sino que lo hizo en la zona de Borgoña donde a demás de sus estudios tuvo contactos con bodegas/bodegueros de calidad como Coche-Dury, Leflaive o Lafon.
Con todas las experiencias obtenidas vuelve a Champagne con ideas propias, claras y bastante revolucionarias para una zona como Champagne, poco dada a los cambios y en manos de las grandes marcas/empresas por lo que los pequeños productores no contaban para nada.
Llegó evolucionando la zona con su originalidad, creando los champagnes de terroir, champagnes muy personales, basándose en una muy exigente viticultura orgánica, en la biología, en buscar rendimientos de las cepas muy por debajo de la media, haciendo podas muy cortas. Teniendo muy claro que solo un suelo sano puede dar grandes vinos y buscando, entre otras cosas, que tales suelos aportasen su mineralidad a los vinos.
La vinificación se hace en barricas de roble borgoñonas de 228 litros y menos del 20% son barricas nuevas. La crianza se hace sobre las lías con diferentes batonages dependiendo si es verano o invierno. Pasan el primer año en las barricas y después en fudres de roble de 400 litros.
Los viñedos tienen una extensión de 6,5 hectáreas de uva Chardonnay y casi una de Pinot Noir, distribuidas en casi 50 parcelas en varias de las mejores zonas de Champagne (Avize, Le Mesnil, Aÿ, Cramant, Ambonnay y otras). Por ello todo el viñedo es Grand Cru.
Este Jacques Selosse Initial pasa como mínimo 3 años antes de ser degollado, y cuya fecha de degüelle viene en la contra etiqueta. Esta fecha es un signo de calidad ya que nos indicará el momento óptimo de consumo…. pero qué pocas marcas ponen tal dato.
Producción 16.200 botellas.
CATA
Botella vestida con sencillez y elegancia. Fecha de Degüelle: 3 de Febrero 2010.
Visual: Color cobrizo, dorado viejo. Brillante, cristalino. Con burbujas finísimas.
Nariz: Entrada intensa, provocadora, original. Hay notas cítricas (lima, limón), manzana verde, frutas secas, notas herbáceas, frutos secos tostados (almendras), mantequilla, bollería, notas de Jerez y minerales (caliza)
Boca: Ataque potente, altivo pero con nobleza y elegancia. Muy buena acidez, redondo. El carbónico es tan elegante que casi ni se percibe. Sobresalen las notas cítricas, los frutos secos, y notas oxidativas. Final de largo recorrido con notas minerales, a frutos secos, con ese ligero amargor de la piel de almendras y avellanas, y también notas ajerezadas. Una pasada.
Este es un champagne que por su originalidad se debe entender casi como un borgoña. Nos parece más un acompañante de mesa antes que de aperitivo. Para beberlo en copa de vino antes que en la típica de champagne. Por eso no a todo el mundo que bebe Champagne le gustará (y menos si es del perfil Moet o Mumm), pero es una obra de arte.
El único pero es la subida de precio que tuvo hace unos años, la oferta es muy pequeña y la demanda cada vez es mayor, por eso esta pequeña joya de un viticultor visionario y original cuesta 75/80€. Pero merece la pena darse un homenaje, porque la experiencia es casi mística.
Nosotros lo tomamos en el Restaurante Kaia de Guetaria... miel sobre hojuelas.
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