Visitando Haro y a nuestros amigos jarreros, nos decidimos a visitar la Iglesia de Santo Tomás al final del recorrido de vinos por la "Herradura", que es la versión jarrera de la logroñesa calle Laurel. Y nos decidimos visitarla porque nos dijeron que desde 1931 es Monumento Histórico-Artístico Nacional y esto es una garantía de belleza arquitectónica.
La iglesia tal como la vemos ahora fue construida en el siglo XVI y finalizada a principios del XVII bajo la protección de los Condestables de Castilla, y se construyó sobre otra iglesia del siglo XV que por su mala edificación a finales de ese siglo se empezó a derrumbar.
Subiendo por la calle de Santo Tomás, una de las calles que conforman la "Herradura" se ve al final la impresionante torre de esta iglesia, que fue después copiada en las edificaciones religiosas de Logroño y Santo Domingo.
Al llegar a la Plaza de la Iglesia se contempla la Portalada de estilo plateresco, realizada por uno de los mejores maestros escultores del Renacimiento español, Felipe Vigarny.
Dentro es una planta de salón alemana, la cual está dividida en tres naves de igual altura. En el techo se pueden observar 15 bóvedas de crucería estrellada y diferentes arcos geométricos cuya visión es realmente imponente.
Otras bellezas en su interior, son la sillería del coro del s. XVII, el gran retablo de su Altar Mayor de 1730 y cuyo tamaño no tiene parangón en toda La Rioja y su Órgano de Domingo Garagalza que data de 1798.
Las muchas tallas religiosas de gran hermosura y perfección que te vas encontrando por doquier.
Y sus vidrieras, esos ventanales de mágico colorido
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