Nos reunimos un grupo de mortales para tomar unas sobresalientes croquetas en la animada barra del Muñagorri cuando tuvimos noticias que Elenita Dinamita se unía al grupo. Elenita no es una amiga, ni siquiera una querida amiga, es nuestra musa, la inspiración y la fantasía.
La croqueta como la tortilla de patata o un café los podemos encontrar en cualquier sitio pero son pocos los que nos motivarian para atravesar una gran ciudad en hora punta por disfrutarlos. En lo que se refiere a Doña Croqueta, tres son las caracteristicas para que sea perfecta: fritura crujiente, masa/textura delicada y sabor sutilmente intenso.
Pues las croquetas de jamón del Muñagorri merecen no solo cruzarse la ciudad sino que además tendrían que salir bajo palio y escoltadas por la Guardia Real con uniforme de gala... porque cumple sobradamente con esas tres caracteristicas que dan la excelencia al producto.
Y una vez cumplido con el aperitivo nos fuimos todos a La Monteria para probar alguno de sus nuevos platos junto a otros platos buques insignias de esta santa casa. Pero esto será otro post.
