La historia de la destilería Nº 209 comienza cuando William Scheffler compró una patente para un nuevo diseño de alambique en la ciudad de Nueva York en el año 1870. Al poco tiempo se decide marchar al Oeste un poco atraído por lo que suponía las oportunidades de negocio con la Fiebre del Oro como por alejarse del sentimiento de supervivencia que aun se vivía en el Este tras la Guerra Civil. Al llegar a California, establece una destilería en la bodega Krug en Santa Helena.
En 1880 compra su propia bodega en la misma ciudad, llamada Edge Hill. A continuación construyó su propia destilería y en 1882 el Gobierno Federal le otorgó la licencia con solo el numero del Registro, el 209. Se presentó a la Exposición de París en 1889, obteniendo varias menciones y una medalla. Pero tan exitoso comienzo no duró hasta nuestros días y en la primera mitad del siglo XX la destilería cerró.
Hace más o menos una década, un empresario llamado Leslie Rudd compra unos terrenos en Santa Elena para crear su propia bodega en el Valle de Napa. Era la antigua bodega Edge Hill. Varias semanas después de su adquisición encontró un granero de heno con unas palabras descoloridas en su puerta: “La Destilería Certificada 209 ". Este hecho le hizo cambiar la idea original, para dedicarse a volver a dar gloria al sueño de William Scheffler.
La N º 209 es una ginebra que tiene 5 destilaciones y en el destilado se preocupan mucho de separar las colas y las cabezas para que sea solo el corazón de la destilación lo que se escoja. Algunas de las plantas botánicas que utilizan son el Cilantro de Rumanía, Bergamota de Calabria, Cassia de Indonesia, Cardamomo de Guatemala o el Enebro de La Toscana.
CATA
La botella está muy bien presentada con detalles muy cuidados
Visual: Cristalino, transparente.
Nariz: Atractiva con suave fragancia, notas de enebro, cítricos (aunque no pude diferenciar la bergamota), raíz de lirio, regaliz, cilantro, especias y canela.
Boca: La entrada es agridulce, con mucho cuerpo. Hay notas cítricas dulces, regaliz y notas herbáceas. Muy larga y compleja.
No es una ginebra al uso con preponderancia del enebro, sino que está en un segundo plano. Lo que más resalta es el original exotismo de sus notas cítricas y especiadas. Esto tiene su controversia porque los puristas (a veces talibanes) podrían exclamar que una ginebra donde el enebro no esté claramente presente no es ginebra.
Pero fuera de posibles controversias, es una ginebra sofisticada, de esplendido sabor y con un precio algo exagerado (Sobre 45€)
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