El ron proviene de la destilación de la caña de azúcar. El origen de la caña de azúcar se pierde en el túnel del tiempo, lo que sí se sabe con certeza es que los árabes la introdujeron en Europa a través de España y fuimos nosotros quienes la llevamos al Caribe donde el clima era mucho más propicio. Cuando los ingleses y los franceses se asentaron en las Antillas, al ser mucho más aficionados a los licores de alta graduación alcohólica potencian el cultivo de la caña de azúcar para abastecer de ella a sus naciones y destilarla para elaborar el ron. Eso sí, en el siglo XIX fuimos quienes le dieron su máximo esplendor al ron cuando las familias españolas que se dedicaban a la elaboración del ron en Cuba, captaron los conocimientos de la crianza de los vinos españoles y las aplicaron en la crianza del ron.
El titulo de este post hace referencia a un ron cubano que fue lanzado al mercado en el año 2007 durante el Festival de Habanos en Cuba y que tiene su destilería en Santiago de Cuba. Su producción es limitadísima, 3.000 botellas al año y pertenece a la colección de cigarros Montecristo, por eso aparece su logo en la botella.
CATA
La botella viene en un estuche metálico decorado con una réplica de la etiqueta.
Visual: Precioso ámbar oscuro tirando a caoba, cristalino y con abundante y densa lágrima.
Nariz: Ataque poderoso pero con exquisita elegancia. Notas a especias exóticas, algo de cítricos (piel de naranja), frutos secos tostados, torrefactos y maderas nobles.
Boca: Entrada melosa, amplia y extraordinaria. Equilibradísimo en todo su recorrido. Predominan las notas a vainilla, café, tabaco, frutos secos y cacao. Su final es largo como un día sin pan.
Me imagino que combinar este ron con un Montecristo, un Romero y Julieta o un Partagas tiene que ser una experiencia mística.
El único pero a este ron...un precio de altos vuelos (+100€).
Un producto excepcional tanto en concepción como en elaboración y calidad final, es una autentica joya de la industria ronera cubana y mundial.
ResponderEliminarTienes toda la razón. SU único pero... el precio
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