Traemos un vino francés de la Denominación Lussac Saint-Emilion, una bodega de la familia Bourotte que tienen como enólogos asesores al mismísimo Michel Rolland y a Christian Veyry.
La bodega se ubica en un château que fue propiedad de los Señores Barones de Montagne, la cual conserva las caballerizas construidas en la Edad Media, época donde los propietarios plantan las primeras viñas. Casi tan antiguo es el camino flanqueado por cipreses, su bosque y el pequeño lago. Desde luego, una lugar y una naturaleza que respira tranquilidad y quietud.
La vinificación se realiza por parcelas, con remontados manuales, fermentaciones con hollejos durante aproximadamente 25 dias. La crianza se realiza en barricas de roble francés de grano fino con uno o dos trasiegos al año dependiendo de su cata. Una producción reducida a 55.000 botellas anuales.
CATA
Botella bordelesa con etiqueta clásica reflejando el edificio de la bodega. Corcho: 7,5
Visual: Picota de capa media alta con ribete teja y abundante lágrima lenta
Nariz: Un carrusel de notas según va evolucionando. Encontré notas de frutos negros (ciruela), especias (pimienta), regaliz, tabaco dulce, marroquinería, caucho, farmacia. Puedes pasarte toda la comida sacando aromas.
Boca: Que elegante! Sedoso de cuerpo medio que te envuelve la boca con cariño. Taninos redondos. Vuelven a salir notas de frutos negros, especias y farmacia. Final potente, amplio y como el conejito de duracell, dura y dura y dura… Un vinazo de la subzona Lussac St-Emilion con un precio en tienda que no llega a 19€, excelente RCP.
Eso sí, mi amigo bretón y guía en los vinos franceses, Sebastian Leparoux, me comentó que esta añada fue mucho mejor que la del 2006… ojo al dato.
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