Le pedimos a nuestro buen amigo Ramón que nos trajera desde Edimburgo esta botella de whisky de malta. Está elaborada por la Destilería Pulteney que es la destilería más al norte de toda Escocia (de tierra firme) y que fue fundada por James Henderson en 1826, siendo desde 1995 propiedad de Inver House Distillers.
Está en la población pesquera de Wick (Caithness), un pueblo que llegó a ser el puerto pesquero más importante en la captura de arenque de toda Gran Bretaña. Llegó a tener 1.000 barcos amarrados cuando la temporada del arenque finalizaba. Como curiosidad, hubo un tiempo donde a la destilería se llegaba solo por el mar, por lo que la cebada también llegaba en barco. Muchos de sus trabajadores tenían dos ocupaciones: pescadores y cuando la temporada se acababa, trabajadores en la destilería.
En aquellos años de bonanza, el puerto de Wick era famoso por embarcar para el resto de Gran Bretaña innumerables barricas, las de color plateado llevaban arenques y las de color dorado, whisky de esta destilería.
El parque de barricas es de roble americano, donde se ha envejecido previamente bourbon, una o dos veces. De los tres almacenes de envejecimiento es el Nº3 el más importante, con sus 10.000 barricas de las 24.000 que la destilería tiene.
Este whisky de la región de las Highlands tiene el apodo de “La Manzanilla del norte”, por la semejanza en salinidad al vino de Sanlúcar (los dos bebidas elaboradas frente al mar).
A finales del mes de Octubre, esta destilería ha conseguido con su whisky de 21 años el premio “2012 World Whisky of the Year” otorgado por la prestigiosa guía de whiskies “Jim Murray’s Whisky Bible” con una puntuación de 97,5 sobre 100. Es uno de los galardones más importantes que un whisky puede recibir a nivel mundial.
CATA
Bonita botella cuya forma quiere hacer referencia al alambique en el cual se destila. Esta vestida de forma original, no utilizando etiqueta sino grabado. Volumen Alcohólico 40%.
Color: Precioso color ámbar/miel, brillante.
Nariz: De primeras tiene una entrada potente, iodada y salina. Nos hizo sentir como DiCaprio en la punta de la proa del Titanic, con los brazos en cruz recibiendo la brisa del mar. Después se redondea, se armoniza, saliendo notas frutales (manzana), florales (blancas), especiadas (vainilla, pimienta blanca), chocolate blanco, maderas nobles y persistiendo de forma sutil las notas marítimas.
Boca: Ataque muy suave, elegante, delicado, con mucho equilibrio. Las vainillas, con esas notas dulces, las maderas nobles, florales, salinas y un ligero toque de especia picante son las notas predominantes. Su paso por boca es de larguísimo recorrido, donde se aprecia su carácter seco y su final de notas ahumadas, ligeramente salinas y maderas tostadas.
Pasados 15 minutos a copa triste, es decir con la copa vacía, quisimos saber que aromas percibíamos. La verdad, que el recuerdo de la manzanilla (con esas notas florales y salinas) nos llegó nítido, fue sorprendente.
Un whisky de malta para saborear con tranquilidad. Lo tomamos sin hielo, solo con un ligerísimo golpe de agua para que abriera y nos descubriera su alma. Sobre los 29€, excelente RCP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario