En 1938 Alejandro Hernández, hijo de un pescador de Isla
Margarita, y Luis Manuel del Toro montaron la destilería Industrias Pampero C.A.
Fue la primera destilería que impuso los más altos niveles de calidad en la
elaboración del ron, principio del camino para la reconocida fama
que hoy en día tiene el ron venezolano a nivel mundial.
Pampero, fue el primer ron de Venezuela en conseguir la denominación
“Añejo” y el primer ron al que el gobierno le otorgó el
Sello Norvean, en 1953, sello que solo se concede a los productos de la más alta calidad.
Este Pampero Selección 1938, es un homenaje a los 70 años
de la destilería y para ello un grupo de
Maestros roneros encabezados por Luis Figueroa se reunieron en la Hacienda La
Guadalupe donde se ubica la destilería (en la región tropical de los Valles del
Tuy) y seleccionaron diferentes rones tanto añejos como jóvenes.
La crianza de la mezcla de rones se realizó durante 5-6
años en barricas de roble americano donde antes se envejeció Bourbon. El maestro Luis Figueroa propone tomar este
ron al estilo “El Ritual”: un cuarto de limón o lima, en el cual se cubre una
cara con azúcar de caña y la otra con café molido. Se da un sorbo al ron y
después se muerde el limón con los dos ingredientes “Así se puede probar todas las
notas del ron desde sus materias primas originales”.
Hoy en día Industrias Pampero C.A. es propiedad de Diageo
el holding líder en el sector de las bebidas alcohólicas.
CATA
Botella troncocónica vestida con etiqueta roja y letras
doradas, un tanto escandalosa. Tapón de rosca. Volumen alcohólico: 40%
Visual: Color ambarino suave con destellos encarnados,
limpio, cristalino. Lágrima densa.
Nariz: Ataque intenso, complejo, sorprendente. Predominan
en el global de su evolución desde una vaporosa nota de laca de uñas del
principio a las notas melosas, al caramelo de café con leche, al cacao, piel
seca de naranja, a maderas nobles, frutos secos (avellanas, almendras),
vainilla, notas ajerezadas y hasta coco.
Boca: Entrada sabrosa, cálida, de cuerpo medio, con
cierto amargor y ligerísimas puntas de alcohol que pudieran ser aportadas por los rones más jóvenes.
Predominan la vainilla, algo de especias y el caramelo y los frutos secos tostados.
Su final es de largo recorrido donde primero
aparecen las notas ligeramente amargas y a continuación la elegancia de las
maderas nobles que se apoderan del paladar.
Un muy buen ron, para tomarlo solo, con un poco de
chocolate negro o un buen habano. Y quien quiera mezclarlo, es su sagrada decisión.
Al ser un regalo traído
desde Venezuela y no conocer su precio exacto en España no podemos hablar de su RCP. Cuando lo sepamos añadiremos una nota.
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