Después de disfrutar de la barra del Muñagorri nos vamos a esa perla gastronómica del Barrio del Retiro, La Montería, un local con 50 años de brillante trayectoria que ya hemos subido anteriormente. Los habrá mas mediáticos, mas lujosos, mas famosos pero su trio formado por la honestidad de su RCP, la calidad de su producto y su servicio atento es dificilmente superable. Y no lo dice ninguna guia, ni ningun articulo firmado por algún guru sino su fiel clientela que lo llena de noche y dia.
Nos pusimos en sus manos, para hacer un mix entre algún nuevo plato y otros consagrados tal como recomendó el primo Oscar, que se vino desde Lanzarote para ver al glorioso Atleti, pero antes disfrutar de este restaurante. Este fue el resultado:
Como novedad, Risotto con Cocochas de Bacalao, Tomates Cherries Secos y Albahaca. Un plato meloso con tres sabores distintos pero armonizados en su conjunto: la sutileza de la cococha (evidentemente no tan regia como la de la merluza), la frescura de la albahaca y la salinidad del tomate seco. Como los mosquteros, "Todos para uno, uno para todos".
Después un plato mas clásico y exitoso que las peliculas de John Ford, los callos a la madrileña. En los platos de entrañas, o casquería la limpieza es primordial y estos callos son inmaculados y además cocidos con maestría. La salsa que los abraza tienen el punto perfecto de especiados y picante y la gelatinosidad hace que cuando utiizas la servilleta para limpiarte, ésta se pega a los labios como una enamorada. Posiblemente uno de los mejores callos de la Capital.
Continuamos el homenaje con una carrilera de jabalí, ya que éste restaurante lleva especializado en la caza desde sus origenes. Realizado como un estofado clásico con cocción muy muy lenta, con las carrilleras bien limpias acompañadas en su elaboración por zanahorias, chalotas, pimienta negra, unas nueces de mantequilla, bouquet garnier y un golpe de oloroso, entre otros ingredientes. El resultado es una textura casi lujuriosa y un sabor memorable.
Rematamos con un bocadito dulce, un buñuelo relleno de chocolate amargo. Por sabor y cantidad, el perfecto paso del salado al dulce en nuestro paladar.
Regamos el evento con un vino de una pequeñísima bodega de la DO Bierzo, Altos de Losada, un magnífico mencía monovarietal que subiremos en CATA próximamente.
Si añadimos que todo ello tuvo una excelente Relación/Precio/Calidad, afirmamos como su fiel clientela, que este restaurante mas que una baza ganadora es todo un comodín.
Me ha encantado esta entrada. Un saludo,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu participación en este pequeño rincón gastronómico. Esperamos que los próximos posts sean también de tu agrado. Un cordial saludo
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