Vino riojano Nada que ver... lo dice todo

Hablar de tempranillo te lleva a pensar en La Rioja, como hablar del Principado de Monaco te viene a la mente Grace Kelly. Pero hoy subimos un vino que si lo probamos sin saber su procedencia lo último que afirmaríamos es que fuera riojano. Y el motivo es que está elaborado con la uva Maturana, una uva que está casi extinguida y que solo se da en esta tierra (aunque el amigo Sebastian afirma que en su Francia natal tambien se podría dar). Es la Universidad riojana quién intenta recuperarla, pero hoy por hoy de las mas de 600 bodegas de esta D.O. menos de siete tienen vinos elaborados con esta uva y sus producciones raramente superan las 4.000 botellas.

Aprovechando que la mujer de Fernando, Rosa, había preparado un guiso de patatas con cordero, abrimos una botella de Nada que Ver, el vino 100% maturana elaborado por la bodega Martínez Alesanco. Esta bodega familiar se ubica en Badarán, en la Rioja Alta. El viñedo se encuentra en la finca El Hombo sobre un suelo arcillo-calcáreo a 700 metros sobre el nivel del mar.

La fermentación. y maceración. se realizan en barricas de 225 litro de roble americano.La crianza se realiza en barricas nuevas de roble europeo. Producción de 3.000 botellas.

CATA

Botella de vidrio oscuro vestida de forma vistosa con bonito diseño moderno.

Visual: Muy bonito color picota de capa media. y menisco violáceo. Limpio y cristalino. Lágrima densa.

Nariz: Ataque pleno de intensidades que van apareciendo con el paso del tiempo. Frutos negros maduros y marcado caracter vegetal al principio (hierbas, lechuga, pimiento verde...). En su evolución van apareciendo notas balsámicas, ahumadas y especiadas.

Boca: Entrada golosa, fresca, de cuerpo medio y pulidos taninos. Las notas frutales imperan a sus anchas. A su lado se distinguen las notas balsámicas y las herbáceas. Su final es de medio recorrido con un sabroso final especiado.

El precio en bodega fue 15€, correcto RCP para un vino de tan corta producción y las sensaciones que transmite cuando se disfruta. Indudablemente un vino riojano "nada que ver".