Partido de la Supercopa de España entre el Campeón de Liga, el Atleti, y el de Copa, el madrid. Qué buena oportunidad para reunirnos cuatro foodies dos de cada equipo y jugarnos el hotel y la comida del dia siguiente en Santiago de Compostela. ¿Hay mayor placer que darte un homenaje y que sea patrocinado por aficionados del eterno rival? Alguien podría afirmar que el (buen) sexo lo es y seguro que no haríamos un largo debate del tema, pero hay que experimentar lo que sentimos esa noche ganando el título, por la mañana cuando pagaron las habitaciones y el homenaje de "clo-clo" que nos dimos los atleticos en ese templo gastronómico que es el restaurante de Pedro Roca.
Al sentarnos, nos puso un aperitivo que nos hubiéramos comido una ración... patatas fritas caseras con unos xureliños escabechados con usía
Al sentarnos, nos puso un aperitivo que nos hubiéramos comido una ración... patatas fritas caseras con unos xureliños escabechados con usía
Una vez calentado los estómagos, empezamos con un bonito marinado con encurtidos cuya textura, sabor y su multicolor presentación fue comentada por todos con admiración.
Después una tortilla de grelos y berberechos que nos pusieron los jugos gástricos con más revoluciones que un motor de F1. Espectacular la jugosidad, originalidad y punto de los berberechos.
Rematamos los pases salados con un glorioso Steak Tartar, que el maestro Pedro lo proyecta a niveles insólitos.
El postre fue un bocadito, algo mínimo, para cambiarnos los sabores de la boca antes de la guinda. Nos encantó la combinación de queso fresco con moras y, sobretodo, unos higos con arroz con leche caramelizado.
La guinda fué una botella de champagne Bérêche & Fils, un espumoso de maison familiar, de muy pequeña producción, espectacular de sensaciones. No nos extraña que The Times lo haya nombrado como la grata sorpresa de esta burbujeante región.
Antes nos tomamos otra curiosidad, un tinto de DOC Rioja de uva Maturana 100%, de una muy pequeña bodega familiar que se llama Azenari, que nos encantó por su elegancia.
En fin, un placer de comida, como siempre que se visita la casa santiaguesa de este mago de los fogones ferrolano, un placer la compañía que aun siendo rivales somos grandes amigos y un placer enorme que esta reunión fuera patrocinada por los que perdieron el título, título que volvió a levantar nuestro querido Atlético. Rien ne va plus!!
Ese steak, ese bonito y los demás platos manifiestan que Pedro Roca no tiene rival, por lo menos en lo que a cocina se refiere ;-)
ResponderEliminarTengo que reconocer que cuando voy a ver a tu paisano Pedro lo hago entregado porque son muchos años disfrutando de su arte... y además de salir siempre muy satisfecho, encima siempre es capaz de sorprenderte.
ResponderEliminarGracias María por tu aportación ;)